
1648: España quebró con unos políticos corruptos, un endeudamiento brutal, una sequía tremenda, una casa real corrupta, una Iglesia todopoderosa, una fiscalidad desmesurada, unos gastos militares disparados y un pueblo en la miseria mientras las arcas se vaciaban pagando intereses a los banqueros venecianos. Mientras, el Rey Felipe IV se dedicaba a la caza y a las mujeres. Menos mal que eso pasó hace 4 siglos...
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