«Porque el flamenco es un cante que nace del pueblo, y que sus primeras letras protestaban contra las injusticias, contra la banca, las miserias y la explotación. Hoy, dos siglos después, protestamos por estas mismas cosas, pero esta letra es moderna». Con estas palabras introdujo su fandango contra la corrupción el joven cantaor granadino Juan Pinilla (Huétor-Tájar, 2 de enero de 1983), como epílogo a su actuación en la noche flamenca de Almáchar, celebrada este pasado sábado con motivo de la 45.º edición de la Fiesta del Ajoblanco de la pequeña localidad axárquica.
En un cante de apenas un minuto y medio de duración, el joven artista, que en agosto de 2007 ganó la prestigiosa 'Lámpara Minera' en el Concurso Internacional de Cante de Las Minas de La Unión, en Murcia, nombró a la duquesa de Alba, Emilio Botín, Iñaki Urdangarín, Luis Bárcenas, «el que firmó los EREs y los terratenientes», expresó. De todos ellos aseguró que han perdido la puntería, «y en madrigueras se meten, malditas liebres, devolvedles a mi pueblo todo lo que se le debe», cantó Pinilla en su fandango, acompañado a la guitarra por el joven Rubén Portillo, vecino de El Borge.
Colgado en Youtube
«Es una letra que he interpretado ya en otras actuaciones, pero que, lamentablemente, he tenido que ir ampliando en los últimos años», aseguró ayer a SUR el joven cantaor, que estudió Traducción e Interpretación y es además crítico, escritor, investigador del flamenco y columnista. Comprometido con las causas sociales, la noche que se alzó con la 'Lámpara Minera' dedicó el trofeo «a la memoria de los obreros víctimas de la siniestralidad laboral». «Puede que esas personas que nombré en el fandango sean intocables para el público, pero quizás éste necesita que alguien les recuerde que no lo son, y que sería la fuerza de un pueblo unido la verdadera intocable», argumentó el artista.
El vídeo de su peculiar fandango contra la corrupción y la crisis puede verse en el portal de Internet Youtube. «Hemos vivido unos tiempos donde la Administración se había encargado de comprar a los flamencos, a los artistas. Ya ocurrió en la época de Felipe González. No me importaría, junto con alguno más, tirar de la manta con todas las consecuencias que eso conlleve, para que vuelvan a tomar conciencia en el mundo del flamenco», declaró.
«Ha llegado el momento de que empecemos a llamar a las cosas por su nombre, la gente está muy harta, muy cansada, pero todos en general, los de izquierdas y los de derechas. Y lo peor y más triste de todo es que no todos los políticos son iguales, pero están pagando todos por igual», añadió Pinilla, quien ha recorrido países como Japón, EE UU, México, Inglaterra, Dinamarca, Sudán, Etiopía, Egipto, Singapur o Irak, donde el pasado mayo realizó cuatro actuaciones y participó en una mesa redonda sobre las guerras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario